Viendo y escuchando al comandante Presidente hablar sobre las aldeas universitarias y observar las hermosas instalaciones que se inauguran últimamente, siento un profundo orgullo de estar viviendo este momento histórico en revolución.
El esfuerzo del Presidente Chávez en su empeño de darle calidad y bienestar al estudiantado sin importar, edad, sexo, etnia, clase social, etc; ha despertado interés - como nunca antes - en el estudio. Se escuchaba en años anteriores que abandonaban las carreras por falta de recursos o que optaban por cupos en las públicas y se secaban esperando.
La municipalización de la educación (Aldeas) fue un proyecto hermoso que ha sido satisfactorio ya que permite al interesado en seguir una carrera universitaria gratuita, sin excusas para no hacerlo, ya que tienes una institución de educación superior al alcance, sin tener que recorrer kilómetros o vivir fuera de tu localidad.
Estas nuevas instalaciones están dotadas de todo lo necesario, la sede (Los Chaguaramos) con algunas fallas pero funcionando. Ahora bien, algunas aldeas que funcionan en centros educativos no corren con la misma suerte, y sin temor a decirlo porque tengo conocimiento de causa, allí si no fuera por la capacidad y compromiso revolucionario de sus coordinadores, personal docente y el alumnado en general, no podría decirse que gozamos de confort. Pareciese que los alumnos que estamos en ese tipo de aldeas, somos de segunda, depende de cómo esté el centro educativo así funcionamos.
Los colegios y liceos que se usan (de noche) para estas aldeas, están supeditadas al trato que le den los alumnos de primaria y secundaria. Además de mobiliario en mal estado como pupitres, escritorios, pizarrones, la basura en las aulas, tenemos que calarnos los baños sucios, sin agua y papel higiénico es un lujo. Hay casos donde se ubican a estudiantes de la misión, en salones de los primeros grados y sus pupitres están hechos para niños, y es verdaderamente incómodo pasar 3 a 4 horas sentados en una silla no apta para adultos, nada ergonómicos y si son pasaditos de peso es peor.
Todo esto sin contar deficiencias eléctricas (enchufes, breakeras) que impiden a veces una buena exposición audiovisual y las áreas comunes en perfecto descuido bancos, bebederos, jardines, etc. Al principio decía que las ganas de estudiar que nos ha inoculado Chávez, no desmayan antes estas situaciones, al contrario, nosotros mismos tratamos de poner los espacios acordes a nuestra comodidad, haciendo autogestión, si hay que limpiar se limpia, si hay que reparar se repara, pero no perdemos el tiempo.
La idea sería tener cada aldea su propia estructura, pero sabemos que es imposible por ahora. Ojalá y Dios quiera que con la inyección de recursos que nuestro comandante ya firmó, aunque sea un poquito nos bañe a este tipo de aldeas y adaptar una parte exclusivamente para la misión y podamos sentirnos mejor. A las autoridades ubevistas y de la Misión Sucre, sería bueno que nos visiten y constaten lo dicho. eilpadron@yahoo.com twitter: @repliquera